This blog has been translated into Spanish. View the Spanish version below.
When our team at the Children’s Environmental Literacy Foundation (CELF) first learned that Ten Strands was launching the Climate Change and Environmental Justice Program (CCEJP), we imagined the massive impact such a program could have on equipping educators across California to help motivate the next generation of solutionary civic participants. Further, as an organization supporting educators in New York and Texas as well as California, we see the potential of this initiative to serve as a model for states across the country to help cascade action on integrating climate change and environmental justice curriculum into learning across the K–12 spectrum.
Our organization was founded in 2003 with the mission to establish sustainability as an integral part of every child’s K–12 learning experience. We do this primarily by supporting teachers with professional learning, curriculum-aligned resources, and experiential learning opportunities that help them weave sustainability and environmental justice themes and projects into what they’re already doing. We believe that this approach of integrating into teachers’ existing curriculum and priorities is key, especially within the context of the compounding pressures that the pandemic and ongoing cultural tensions continue to place on teachers’ shoulders. As an example, U.S. Secretary of Education Miguel Cardona recently addressed the dismal findings of the National Assessment of Educational Progress report released by the U.S. Department of Education’s National Center for Education Statistics in October 2022. The report shows that math and reading scores of fourth and eighth graders declined in most states during the pandemic, with the average score in mathematics having the largest decline ever recorded in that subject.
These findings are not surprising to educators who have watched this unfold in their classrooms and seen how lower-income students and students of color are disproportionately impacted. In this moment, how can we create resources that walk the fine line of being simple enough to be viewed by teachers as an added value that helps alleviate the pressure they face to address learning needs in literacy and math, but flexible enough to be adapted based on teachers’ and students’ interests and community assets?
We’re thrilled to have been selected by Ten Strands to lead the development of content for K–2 learners. Our work is hands-on by design, with program offerings that we tailor to the specific needs of individual school districts, schools, and teachers. Now with the task at hand of developing meaningful K–2 resources for a state as populous and diverse as California, our challenge is to create resources that strike the right balance of being specific enough to meet the needs of individual classrooms struggling with shifted learning trajectories, while being broad enough for all of California’s students to see a piece of their own lived experiences reflected in the stories that will be shared as part of the resources we’ll be developing.
Every student comes to school with their own funds of knowledge, bringing their unique blend of culture, circumstances, and experiences to the classroom. We want our resources to provide guidance to teachers on how they can integrate and build on students’ prior knowledge of their community and environment. By applying our Inquiry to Action Framework in our design process, we intend for the content we’re developing to be culturally responsive, guiding teachers to develop projects based on students’ own observations and concerns. How can we empower students as storytellers capable of translating their experiences and observations into stories that inspire their communities to take action toward addressing climate change and environmental injustice?
Working together with our partner Green Guardians, our goals for the K–2 content we’ll be developing for California’s youngest learners are to cultivate a lifelong love of place, a deep feeling of being an integral part of nature, and a strong sense of empathy for each other that extends into a sense of stewardship for our shared home on planet Earth where all can thrive. We aim to do this through play-based, place-based methods that allow kids to embrace their full selves in the learning process and to have fun while developing their sense of agency and empowerment to create change through small actions in their schools and communities. Our theory and hope is that, as early learners grow and their context expands beyond their community to their state, nation, and world, they’ll be firmly grounded in a worldview that affirms the value of their voice and that instills a belief that no problem is too big to solve if they are equipped with knowledge, skills, and attitudes for inquiry, storytelling, collaboration, and action.
Are you a K–2 teacher interested in being part of this development process with us? Do you have an early grade resource or idea you want to share with us? Please contact our California curriculum and outreach coordinator, Kirsty Hameleers, at kirsty@celfeducation.org. We also invite you to share your valuable perspectives and help inform this work via our brief 5-7 minute survey.
[Spanish]
Cultivando el amor por el lugar y sembrando las semillas para la participación cívica por vida con los jóvenes de California
Cuando nuestro equipo en CELF, Children’s Environmental Literacy Foundation, se enteró de que Ten Strands estaba iniciando el Proyecto de Cambio Climático y Justicia Ambiental (CCEJP), nos imaginamos el enorme impacto que este proyecto podría tener en equipar a los educadores de toda California para ayudar a motivar la próxima generación de solucionadores de problemas y participantes cívicos. Además, como una organización que apoya a los educadores de Nueva York y Texas, y también de California, vemos el potencial de esta iniciativa para servir de modelo para el resto del país y ayudar a la acción fluir la integración del currículo de cambio climático y justicia ambiental en el aprendizaje en todo el espectro K-12.
Nuestra organización se fundó en 2003 con la misión de establecer la sostenibilidad como parte integral de la experiencia de aprendizaje de todos los niños desde la guardería hasta el doceavo grado. Apoyamos a los profesores con formación profesional, recursos adaptados al plan de estudios y oportunidades de aprendizaje experimental que les ayudan a integrar los temas y proyectos de sostenibilidad y justicia ambiental en lo que ya están haciendo. Creemos que este enfoque de integración a los estudios y las prioridades de los profesores es fundamental, especialmente en el contexto de las presiones agravadas que la pandemia y las tensiones culturales siguen afectando a los profesores. Como ejemplo, el Secretario de Educación de EE.UU., Miguel Cardona, se refirió recientemente a los deprimentes resultados del informe de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo publicado por el Centro Nacional de Estadísticas Educativas del Departamento de Educación de EE.UU. en octubre de 2022. El informe muestra que las puntuaciones en matemáticas y lectura de los alumnos de cuarto y octavo grado disminuyeron en la mayoría de los estados durante la pandemia, siendo el descenso de la puntuación media en matemáticas el mayor jamás registrado.
Estos resultados no sorprenden a los educadores que han visto cómo se desarrolla esta situación en sus salones de clases y cómo los estudiantes de bajos ingresos y los estudiantes de color se ven afectados de forma desproporcionada. En este momento, ¿cómo podemos crear recursos que caminen por la delgada línea de ser lo suficientemente simples como para ser vistos por los profesores como un valor añadido que ayuda a aliviar la presión a la que se enfrentan para abordar las necesidades de aprendizaje en lectura y matemáticas, pero lo suficientemente flexibles como para ser adaptados en función de los intereses de los profesores, estudiantes y participantes de la comunidad?
Estamos encantados de haber sido seleccionados por Ten Strands para liderar el desarrollo de contenidos para alumnos de K-2. Nuestro trabajo es práctico por diseño, con proposiciones de programas que adaptamos a las necesidades específicas de los distritos escolares, las escuelas y los profesores. Ahora, con la tarea de desarrollar recursos significativos para K-2 (desde la guardería hasta el segundo grado) para un estado tan poblado y diverso como California, nuestro desafío es crear recursos que logren el equilibrio adecuado de ser lo suficientemente específicos para satisfacer las necesidades de los salones de clases individuales que luchan con trayectorias de aprendizaje cambiadas, mientras que son lo suficientemente amplios para que todos los estudiantes de California vean una parte de sus propias experiencias vividas reflejadas en las historias que se compartirán como parte de los recursos que vamos a desarrollar.
Cada alumno llega a la escuela con sus propios fondos de conocimiento, contribuyendo su mezcla única de cultura, circunstancias y experiencias al salón de clases. Queremos que nuestros recursos orienten a los profesores a cómo pueden integrar y aprovechar los conocimientos previos de los alumnos sobre su comunidad y su medio ambiente. Al aplicar nuestro marco de Investigación para la Acción en nuestro proceso de diseño, intentamos que el contenido que estamos desarrollando sea culturalmente receptivo, guiando a los profesores para que desarrollen proyectos basados en las propias observaciones y preocupaciones de los estudiantes. ¿Cómo podemos capacitar a los estudiantes para que sean narradores capaces de traducir sus experiencias y observaciones en historias que inspiren a sus comunidades a tomar medidas para tomar acción al cambio climático y a la injusticia ambiental?
En colaboración con nuestro socio Green Guardians, nuestros objetivos para el contenido de K-2 que desarrollaremos para los estudiantes más jóvenes de California son cultivar un amor por el lugar para toda la vida, un profundo sentimiento de ser parte integral de la naturaleza y un fuerte sentido de empatía por los demás que se extiende a un sentido de administración de nuestro hogar compartido en el planeta Tierra donde todos pueden prosperar. Nuestro objetivo es hacerlo a través de métodos basados en el juego y en el lugar, que permitan a los niños participar plenamente en el proceso de aprendizaje y divertirse al mismo tiempo que desarrollan su sentido de la acción y su capacidad de crear cambios a través de pequeñas acciones en sus escuelas y comunidades. Nuestra teoría y esperanza es que, los niños crezcan y su contexto se amplíe más allá de su comunidad, a su estado, nación y mundo, estén firmemente fundados en una visión del mundo que afirme el valor de su voz, y que inculque la creencia de que ningún problema es demasiado grande para resolverlo si están equipados con conocimientos, habilidades y actitudes para la investigación, la narración, la colaboración y la acción.
¿Es usted un profesor de K-2 interesado en formar parte de este proceso de desarrollo con nosotros? ¿Tiene algún recurso o idea para los primeros grados que quiera compartir con nosotros? Por favor, póngase en contacto con nuestra coordinadora de currículo y divulgación de california, Kirsty Hameleers, en kirsty@celfeducation.org. También les invitamos a compartir sus valiosas perspectivas y ayudar a informar este trabajo a través de nuestra breve encuesta de 5 a 7 minutos.